Para desarrollar un proyecto de vida es necesario gestionar las finanzas personales y los recursos de los que se dispone. Y, aunque el fondo es el mismo, las formas de hacerlo han cambiado con el paso de los años. Ir presencialmente a la entidad financiera y firmar cantidad de papeles era el modelo a seguir cuando se quería hacer algún movimiento en la cuenta o tomar una decisión de inversión, ahora todo se hace a golpe de clic.
Desde la pandemia sanitaria, el uso de la banca digital ha crecido un 30% en España, situándose ya en el 70% de la población. Este porcentaje es superior a la media europea (60%) y tan solo está por detrás de los países nórdicos (92%). Este aumento continuará. De cara a 2027, el sector espera lograr un porcentaje cercano al 85%, es decir, la banca sumará seis millones de clientes digitales en España. Así lo recoge el informe La digitalización como eje de transformación bancaria, del Observatorio de Digitalización Financiera de Funcas-KPMG.
El incremento del uso de la banca 'online' ha estado acompañado de un aumento de las contrataciones de productos de manera puramente digital
El incremento del uso de la banca online ha estado acompañado de un aumento de las contrataciones de productos de manera puramente digital. El informe de Funcas-KPMG recoge que la tasa de contratación digital de productos financieros se situó en 2022 en el 50% en los grandes bancos españoles, con algunos de los más digitalizados superando el 70%. De media, en los próximos cinco años, se espera alcanzar el 75%. Esto implica que tres de cada cuatro operaciones serán digitales. Sin embargo, abarcar un porcentaje mayor, tanto del uso de la banca digital como de las operaciones digitales, está condicionado por las características demográficas de la población española, por lo que la omnicanalidad se mantiene en el sector.
Además, el estudio muestra que el porcentaje de operaciones de pagos digitales se ha duplicado en tres años. Y, aunque el efectivo sigue siendo el medio de pago dominante con el 65% de las operaciones totales, las e-wallets o carteras digitales alcanzan ya el 30% de las transacciones de comercio electrónico.
Los jóvenes, como nativos digitales, asumen los avances tecnológicos de manera natural. De este modo, la forma de gestionar las finanzas, los hábitos de consumo o los sistemas de pago han cambiado. La extensión en la sociedad es tal que el décimo aniversario del Día de la Educación Financiera 2024, que se celebra hoy, luce el lema Finanzas digitales: Aprende, Innova, Avanza.
Las entidades bancarias están atentas a estas demandas de la población, por lo que las aplicaciones y plataformas digitales se han multiplicado en los últimos años. "Tanto los nativos digitales como los millennials destacan por utilizar de manera intensiva las herramientas digitales que las entidades financieras ofrecen, aprovechando las ventajas de la accesibilidad, la rapidez en las transacciones y la integración de servicios financieros", señala Gustavo Porporato Daher, profesor en finanzas en la European School of Economics (ESE).
Los bancos están atentos a estas demandas de la población, por lo que las aplicaciones y plataformas digitales se han multiplicado en los últimos años
"Las nuevas tecnologías están ampliando de manera notable el acceso a la educación financiera", explica Rafael Vigueras, director del Finance Studio de Globant. El experto indica que, según las proyecciones, para 2025 más del 50% de los jóvenes utilizará herramientas basadas en IA para la gestión de sus finanzas. "Además, la gamificación ha demostrado ser una estrategia eficaz para enseñar conceptos financieros a los jóvenes", añade Vigueras. También hace referencia a las redes sociales, como un aspecto cada vez más importante en la educación financiera de los jóvenes: "En España, el 45% de los jóvenes sigue a influencers que comparten contenido financiero en plataformas como Instagram, YouTube y TikTok, lo que pone de relieve la importancia de estos medios en su formación", indica Vigueras.
Porporato expone que "los jóvenes se sienten cómodos con el uso de las plataformas digitales que facilitan la interacción con sus finanzas. Las entidades financieras, conscientes de esta realidad, han adaptado sus servicios para ofrecer una experiencia integrada y accesible a través de plataformas que permiten gestionar las finanzas de manera más sencilla. El uso de tecnologías avanzadas puede ayudar a incrementar los conocimientos financieros de los jóvenes, siempre y cuando las entidades incorporen explicaciones claras y casos prácticos que los usuarios puedan entender y aplicar".
De cara al futuro, "prevemos una mayor integración de la inteligencia artificial en la educación financiera, no solo personalizando la formación, sino también facilitando decisiones de inversión de manera automatizada y en tiempo real. Esto permitirá a los jóvenes optimizar sus carteras de inversión y tomar decisiones más informadas sin necesidad de intermediarios tradicionales. Se espera que, para 2025, más del 50% de los jóvenes gestionen sus inversiones a través de plataformas digitales", apunta Vigueras.
Las aplicaciones bancarias permiten a los usuarios gestionar sus presupuestos, ahorrar, controlar gastos y saber constantemente el dinero del que disponen desde sus dispositivos móviles. Sin embargo, aunque las nuevas tecnologías han acercado las finanzas a los jóvenes haciéndolas más accesibles e interactivas, todavía queda camino por recorrer en cuanto a educación financiera.
Por ello, desde 2008 se trabaja en el Plan de Educación Financiera, impulsado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España al amparo de los Principios de Alto Nivel de la OCDE, para mejorar la cultura financiera de los españoles. Este plan se dirige a todos los segmentos de la población, facilitando información útil, neutral y libre de cualquier interés comercial. Para ello, se organizan jornadas de formación, talleres, conferencias y seminarios por todo el país.
Solo el 5% de los estudiantes españoles logra el nivel más alto de competencias financieras. El 95% reconoce lo que es una factura, pero cuatro de cada diez no tienen capacidades para hacer interpretaciones sencillas de la misma o de una nómina, ni saben cómo aplicar operaciones numéricas básicas, como el cálculo de porcentajes, según el informe PISA.